Resumen
En una caverna hay unos hombres atados desde niños que no pueden
moverse. Detrás de ellos arde un fuego, entre el fuego y ellos hay una pared a
lo largo de un camino, por el que pasan hombres con objetos sobre la cabeza que
sobrepasan la altura de la pared, unos van hablando y otros están callados. Los
prisioneros sólo han visto las sombras proyectadas por el fuego y las han
asociado con los sonidos que oyen. Tomarán por reales las sombras.
Si uno de ellos fuera liberado y tuviera que mirar hacia la luz sentiría dolor y apenas vería nada. Consideraría más reales las sombras que veía que los objetos que ve ahora. Y si tuviera que mirar al fuego sentiría dolor y escaparía hacia los objetos que puede contemplar.
Si le obligaran a recorrer la escarpada subida hasta llegar a la luz del sol, sufriría con el ascenso y apenas vería nada. Necesitaría acostumbrarse para ver las cosas de arriba. Lo último que vería sería el sol en el cielo y deduciría que produce las estaciones y los años y gobierna toda la región visible.
Cuando se acordara de sus compañeros y de su ciencia, se compadecería de ellos. Tampoco apreciaría los honores que recibían los que demostraban mayor conocimiento de las sombras, pues se trata del mundo de lo opinable.
Si volviera a ocupar su sitio en la caverna, vería con dificultad y necesitaría tiempo para acostumbrarse a las tinieblas. Los demás se reirían de él y dirían que tenía los ojos estropeados por haber subido arriba. Y lo matarían si intentara desatarlos y hacerles subir.
La caverna equivale al mundo sensible, el fuego al sol, la subida al mundo de arriba a la ascensión del alma al mundo inteligible. Lo último que se percibe es la Idea de Bien, en el mundo sensible es la causa de la luz y el sol, en el mundo inteligible es productora de verdad y conocimiento. Debe conocerla quien quiera proceder sabiamente en público o privado. Los que han alcanzado este conocimiento no quieren ocuparse de asunto humanos.
Si se ven obligados a discutir en los tribunales o en otro lugar sobre las sombras o apariencias de lo justo se mostrarán torpes y ridículas, si no han podido acostumbrarse a las tinieblas.
Los ojos se ofusca cuando pasan de la luz a la oscuridad o de la oscuridad a la luz. Igual le ocurre al alma. No se reirá una persona razonable de un alma ofuscada, y averiguará si procede de la luz o si va hacia ella, considerará dichosa a la primera y se compadecerá de la segunda.
Si uno de ellos fuera liberado y tuviera que mirar hacia la luz sentiría dolor y apenas vería nada. Consideraría más reales las sombras que veía que los objetos que ve ahora. Y si tuviera que mirar al fuego sentiría dolor y escaparía hacia los objetos que puede contemplar.
Si le obligaran a recorrer la escarpada subida hasta llegar a la luz del sol, sufriría con el ascenso y apenas vería nada. Necesitaría acostumbrarse para ver las cosas de arriba. Lo último que vería sería el sol en el cielo y deduciría que produce las estaciones y los años y gobierna toda la región visible.
Cuando se acordara de sus compañeros y de su ciencia, se compadecería de ellos. Tampoco apreciaría los honores que recibían los que demostraban mayor conocimiento de las sombras, pues se trata del mundo de lo opinable.
Si volviera a ocupar su sitio en la caverna, vería con dificultad y necesitaría tiempo para acostumbrarse a las tinieblas. Los demás se reirían de él y dirían que tenía los ojos estropeados por haber subido arriba. Y lo matarían si intentara desatarlos y hacerles subir.
La caverna equivale al mundo sensible, el fuego al sol, la subida al mundo de arriba a la ascensión del alma al mundo inteligible. Lo último que se percibe es la Idea de Bien, en el mundo sensible es la causa de la luz y el sol, en el mundo inteligible es productora de verdad y conocimiento. Debe conocerla quien quiera proceder sabiamente en público o privado. Los que han alcanzado este conocimiento no quieren ocuparse de asunto humanos.
Si se ven obligados a discutir en los tribunales o en otro lugar sobre las sombras o apariencias de lo justo se mostrarán torpes y ridículas, si no han podido acostumbrarse a las tinieblas.
Los ojos se ofusca cuando pasan de la luz a la oscuridad o de la oscuridad a la luz. Igual le ocurre al alma. No se reirá una persona razonable de un alma ofuscada, y averiguará si procede de la luz o si va hacia ella, considerará dichosa a la primera y se compadecerá de la segunda.
Para que os resulte más entretenido podéis ver este vídeo que lo explica perfectamente. Podéis detenerlo en el minuto 5:17.
Interpretación del mito
MITO DE
LA CAVERNA
|
MUNDO
DE LAS IDEAS
|
El
prisionero
|
Alma
humana encadenada
|
La
caverna
|
Mundo
sensible
|
Las
sombras
|
Sombras,
imágenes
|
Los
objetos fabricados
|
Objetos
del mundo sensible
|
Proyectados
por un fuego
|
Nuestro
Sol sensible
|
Tras la
liberación de las cadenas el prisionero sale
|
Educación
del alma, camino del conocimiento (dialéctica)
|
Al
mundo de afuera
|
Mundo
de las Ideas
|
Viendo
1º los reflejos del agua y cosas
|
Objetos
matemáticos
|
Cosas
reales mismas
|
Ideas
|
Opinión personal
Soy un alumno de 1º de Bachillerato. Cuando asistí a la película de
‘Matrix’, los compañeros del Club de Cine relacionaron dicha película con el
conocido Mito de la Caverna de
Platón. Sinceramente, no entendía nada de lo que decían hasta que le pregunte a
una compañera que estaba sentada a mi lado. Entonces, decidí buscar información,
vídeos e imágenes para entender lo que se explicaba en aquella sala. No me
resulto tan difícil comprenderlo para ser contenidos de 2º de Bachillerato.
En un principio, encontré cierta relación con la cinematografía
propiamente dicha. Cuando una persona entra a una sala de cine es como si
entrara a la caverna. Siendo cada uno de los espectadores que están en la sala,
los prisioneros encerrados y atados. Al ver una película, por ejemplo una de
terror, nosotros nos creemos que, cuando salgamos de esa habitación, todo lo
que ha sucedido en la película nos pasara a nosotros. Pensamos que la verdadera
realidad es lo que tiene lugar en la película, sin embargo, esto no es así. Los
prisioneros de la caverna creen que la verdadera realidad son las sombras que
ellos ven en la pared gracias al reflejo del fuego. En ambos casos, nos
encontramos en el mundo sensible.
El mito de la caverna también lo podemos relacionar con los medios de
comunicación, ya que éstos nos transmiten una realidad que no es la verdadera
(al igual que el prisionero creía que las sombras reflejadas en la caverna eran
lo real, nosotros creemos que las imágenes transmitidas a través de los medios
de comunicación lo son de la misma manera). A través de la razón nos debemos de
dar cuenta que la información transmitida por medio de la televisión o de la
radio no es, en su totalidad, objetiva ya que puede presentar caracteres
subjetivos del autor que no representen la verdadera realidad.
Por último, para que lo veamos de una forma más fácil y cotidiana, podemos asemejar
la caverna con un centro comercial. Las sombras que se reflejan en la caverna
las podemos comparar con los artículos (ropa, juegos, etc.) que se compran,
haciendo así que las personas trabajen para conseguir muchos objetos (al igual
que el prisionero a través de la vía del conocimiento, la educación del alma,
intenta descubrir la verdadera realidad). Aquellos trabajadores que no consigan
comprar los productos comerciales serán infelices, ya que se relaciona la
máxima felicidad con el poder de compra (Idea del, Bien).
Realizado por: Miguel Ángel Delgado Rosales. 1ºBCB
Bien. En el comentario basta que te centres en una idea y la desarrolles bien.
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