Perdidos por el mundo
Después
de haber vuelto de un viaje espectacular y pensando durante ese tiempo sobre
qué reflexionar, y me di cuenta de que esta canción refleja muy bien lo que estábamos
haciendo. ¿Qué era aquello sino perdernos en lugares desconocidos?
Por eso, antes de seguir con mi reflexión,
quisiera mostraros la canción y la traducción de la letra (para todos aquellos
que no la entiendan).
Pasan los siglos y sigue siendo lo mismo
La guerra corre por nuestras venas, algunas cosas
nunca cambian.
Luchando por las tierras y por la ganancia
personal
Mejor tu vida, justificando el dolor.
El final está llamando a la puerta
El final está llamando a la puerta
Todos hemos estado perdidos la mayoría de esta
vida
A todas partes hacia donde nos giramos, más odio
nos rodea
Y sé que la mayoría de nosotros no estamos en lo
correcto
Siguiendo los pasos equivocados, siendo guiados
por el orgullo.
Cuántas vidas nos llevaremos por delante
Cuántos corazones destinados a romperse
Ningún lugar hacia al que correr, no podemos
escapar
Llenos de nosotros mismos, atados a nuestro
destino
El final está llamando a la puerta
El final está llamando a la puerta
Todos hemos estado perdidos la mayoría de esta
vida
A todas partes hacia donde nos giramos, más odio
nos rodea
Y sé que la mayoría de nosotros no estamos en lo
correcto
Siguiendo los pasos equivocados, siendo guiados
por el orgullo.
Con la paz interior tan difícil de encontrar
Vivimos en las señales drásticas
Otra forma de adormecer mi mente
Y conforme cierres tus ojos esta noche rezando por
una vida mejor,
Lo verás volar lejos sin remedio.
Todos hemos estado perdidos la mayoría de esta
vida
A todas partes hacia donde nos giramos, más odio
nos rodea
Y sé que la mayoría de nosotros no estamos en lo
correcto
Siguiendo los pasos equivocados, siendo guiados
por el orgullo.
Todos hemos estado perdidos la mayoría de esta
vida
A todas partes hacia donde nos giramos, más odio
nos rodea
Y sé que la mayoría de nosotros no estamos en lo
correcto
Siguiendo los pasos equivocados, siendo guiados
por el orgullo.
El mensaje puede llegar a ser un poco duro, o muy cruel, o para otros
incluso descabellado, pero para mi tiene un enorme sentido:
•
En primer lugar, es cierto cómo hemos llegado a
perdernos en el mundo y cómo hemos perdido de vista el objetivo que teníamos en
mente: el ser uno, con unos mismos ideales y unas mismas metas.
En lugar de intentar comprendernos, entender los
problemas de los demás y ayudar, hemos ido hacia el lado opuesto, siendo cada
vez más mezquinos, más huraños.
•
Luego, el tema más recurrente es comparar esta
reflexión con la crisis actual y con la situación que se vive en la mayoría de
los hogares.
No hace falta mucha profundidad para darse cuenta
de que esto es lo que nos ha llevado a esta situación insostenible: la manera
en que nos comportábamos intentando llevar una vida que no podía sostenerse, la
manera de la que los gobiernos se comportan ahora para no perder nada de su
patrimonio ni de su honra (como si ésta hubiese que defenderla como siglos
atrás), la forma que tendremos de proteger lo poco que nos quede.
•
También te hace pensar que este comportamiento se
ha ido repitiendo desde que el hombre es hombre, sin importar la época o la
situación que se estuviese viviendo. Desde los reyes conquistadores de la
temprana Edad Media hasta los gobernantes más contemporáneos de nuestra era.
Es algo inherente a nuestra persona, algo que
llevamos grabado en la piel desde que nacemos, más que nada porque eso es lo
que se nos enseña.
Mi
pregunta es la siguiente: ¿Es posible cambiar eso? ¿Podemos deshacernos de ese
comportamiento más animal que humano?
En mi opinión, sí que podemos hacerlo. Podríamos
dejar atrás esa manera de despreciarnos los unos a los otros por tener más o
menos. Podríamos hacerlo sólo con dejar de admirar al más rico por avaricia,
poniendo los ojos en las personas que se dan a los demás sin pedir nada a
cambio, sólo por hacer felices a las personas que les rodean,
independientemente de si estas les quieren o no.
Tan fácil sería vivir en esa utopía de espirales
de alegría causadas por los actos de los unos hacia los otros con la mejor
intención posible, que se queda en eso, en utopía.
Yo
despido el año con esa esperanza, de que poco a poco deje de parecer tan
descabellado amarnos los unos a los otros sin mirar los intereses propios.
Paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario